PULÍA
I
Aquí les vengo a cantar,
señores, mi gran poesía;
es una historia normal,
la de Tomás el Pulía.
Era un juglar a deshora,
vate de antología,
por lápiz tenía una escoba,
por folio una carretilla.
II
-Mu güenos zías, señores,
yo soy Tomás el Pulía,
y, como ustedes pueden ver,
el mismo de toos los zías.
Soy basurero de oficio,
con mi escoba y mi carretilla
les doy repaso a las calles
hasta que las pongo que brillan.
III
-Muy buenas noches, señores,
tengan los aquí presentes,
y ya que estamos en fiestas,
brindemos todos como amigos.
Brindemos con brindis sincero,
olvidemos a los enemigos,
que unos lo hagan con cerveza
y otros con un vaso de vino.
IV
-Cehegín de Las Maravillas,
para ti digo esta copla,
eres reina de esta villa...
Si no te gusta... te echo otra.
Yo soy el más humilde del pueblo,
el último de tus hijos,
pero me atrevo a decirte esto,
y más cosas que no digo.
Cehegín, 1981
domingo, 18 de abril de 2010
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